Home Office.

Y tú, ¿Cómo vives la cuarentena?

Por Lucía Blanco

La reciente pandemia por el coronavirus, nos ha llevado a trabajar desde casa. Y eso me ha hecho reflexionar sobre varias cosas, por un lado: la relación que cada uno tenemos con el trabajo y por otro lado, los espacios que nos dedicamos para (re-)construir dicha relación.

Desde hace muchos años, tengo la idea de que una relación, sobretodo, de pareja,  se trata de construir espacios: los individuales, en donde cada uno realiza actividades que lo nutran y que después pueda compartir (o no) con el otro; los espacios de pareja, en donde ambos comparten una misma actividad, hobby o afición y el realizarla en conjunto ayuda y aporta a la relación.  Estos espacios, tanto el individual, como el de pareja puede, o no, incluir a otras personas: amigos, hijos, familiares. De ahí que cuando una relación termina, para mí, una de las primeras cosas a hacer, es reconstruir los espacios, los tiempos que dedicábamos a los espacios de pareja. Empezar a llenar y ocupar esos espacios con otras actividades, nos permite reinventarnos y sanar de la separación, hacer cosas que teníamos pendientes, quizá en algunos casos, nos deja ver que no se tenían espacios individuales, que la relación sólo ocupaba tiempos de pareja, en fin; la construcción de espacios, me resulta un tema interesante y me ayuda a tener una perspectiva de los tiempos que dedicamos a cada cosa.

De ahí que el Home Office, al que la vida nos invita hoy día, no es la excepción para verlo como una construcción de espacios;  si a esta construcción sumamos que hay una relación entre nosotros y el trabajo, podemos preguntarnos: ¿Cómo el home office me deja ver el tipo de relaciones que he construido con el trabajo y con mi familia? Para ampliar un poco el tema; distingo 4 espacios que a continuación explico:

  1. El Espacio Físico:  en términos exclusivamente laborales, ¿tengo en mi casa un espacio dedicado EXCLUSIVAMENTE para trabajar y para que sea “mi oficina”? Si la respuesta es sí, ¡Felicidades!; si la respuesta es: “No”; quizá debas preguntarte: ¿Qué espacios ocupa el trabajo en tu vida? El espacio físico (casa, hábitat), es un reflejo de nuestro propio espacio físico (nuestro cuerpo). Lo que ves dentro de tu hogar u hábitat, te muestra lo que hay dentro de tu propio cuerpo (mundo interior), de tal forma que es probable que el tener o no un espacio físico para trabajar y cómo lo tengas, habla de tu propio cuidado: ¿Qué relación tienes con el trabajo?, ¿es un espacio en tu vida u ocupa tantos espacios que en tu casa, hay trabajo en todas las áreas?, ¿qué dice de tu propia limpieza y orden interior las de tu espacio de trabajo?, Si salir a trabajar, te permite no entrar en contacto con tu hábitat y quienes lo habitan, entonces: ¿Cómo estás contactando ahora, que no sales?, ¿qué tipos de relaciones y espacios has construido?
  2. El Espacio Emocional: Si el espacio físico habla del propio cuidado. ¿Qué dirán las emociones que sientes al no salir de casa y quedarte a trabajar?, ¿cómo éstas repercuten en tus relaciones y convivencia? Una pregunta interesante a hacerte es: ¿Qué emoción es la que más experimento al estar en casa y no salir? Esto resulta interesante, ya que si el espacio físico y el exterior me permiten ver algo mi interior; el tema no es qué emociones te das cuenta que tienes ahora trabajando en casa; sino con quién las sientes. Y más allá de ello; si estas emociones se manifiestan en tus relaciones familiares; ¿Cómo está esa emoción dentro de ti?, ¿Cómo es tu propia relación contigo?, ¿Qué puedes observar de ti y tu relacionamiento al estar trabajando en tu casa. ¿Qué te pasa, emocionalmente hablando, al tener tus dos mundos: laboral y personal en el mismo espacio?, ¿Qué espacios conversacionales te estás permitiendo construir y cuáles no? y eso, ¿Cómo afecta tus relaciones?, ¿te estás quedando en casa o sigues saliendo?
  3. El Espacio Mental: Hemos escuchado bastante acerca de que lo que crees; creas. Así es que te preguntaré: ¿Cómo vives esta cuarentena: como un resguardo o como un encierro?, ¿Cómo un tema de sobrevivencia o tan sólo como un tránsito por una situación que la vida nos ofrece? Ciertamente, nuestros pensamientos crean; y también se convierten en palabras. Quizá estar trabajando en casa, es un buen momento para escuchar: ¿qué palabras son las que más dices acerca de la pandemia, del trabajo en casa, de la mezcla de estos dos mundos, de convivir todo el día con tu familia, de la convivencia misma, de no salir? Y mejor aún: ¿Qué dicen tus cercanos de tenerte en casa todo el día?, ¿Qué palabras son las que más dices?, ¿qué palabras son las que más escuchas?
  4. El espacio Espiritual: Te compartiré mi propia definición de espíritu: Lo defino como una planta interior, de la que cada uno es responsable. Así, es que, sabiendo que tienes una planta en tu interior: ¿Cómo la nutres?, ¿de qué?, ¿te haces cargo sólo de tu planta o quieres hacerte cargo de las de los demás a tu alrededor?, ¿esto te pasa, sólo en el trabajo, sólo en tu casa?. Nutrir o no nuestra planta interior, acaba repercutiendo en los hábitos que tenemos.  Ahora que tus mundos se han encontrado: ¿Qué dirías acerca de los hábitos?, ¿Qué reflejan tus acciones?, ¿Qué hábitos estás construyendo? Este, es quizá un buen momento para establecer reglas básicas de convivencia y para desarrollar nuevos hábitos.

Y así, 4 espacios que te permiten ver el “Home Office” como una oportunidad o padecerlo.  Lo cierto, es que los espacios, sólo hablan de cada uno; de tus hábitos, de tus relaciones. Podríamos decir que los espacios se han invertido: ahora convives todo el día con tu familia y estás en casa; mientras que con quienes solías hacerlo diariamente, como colaboradores, colegas, jefes; ahora sólo los ves a través de una pantalla o los escuchas a través del teléfono. Resulta interesante pensar que nuestros mundos se han invertido.  Como no creo en las casualidades, creo que más allá de que sea un tema mundial, en corto, me parece que esta situación a cada uno nos está poniendo enfrente la oportunidad de ver aquello que no queríamos o de corroborar lo que hemos construido hasta ahora. Y a ti, el home office ¿Qué te pone en evidencia?

3 respuestas a “Home Office.”

  1. Buena reflexión.

    Ahora que termine de leerla me da la sensación que el concepto home Office es posible va a desaparecer.

    En la transición que estamos haciendo me doy cuenta que pasar 8 hrs o más en la oficina me hace pensar que debo remodelar mi nueva oficia con una pequeña parte para dar funcionalidad a la casa, es curiosos, por que además en mi caso se convirtió en la universidad, el gimnasio y algunas ovaciones en el lugar de reunión (usando la manera virtual) con nuestras amistades.

    Entonces en mi caso a partir de hoy le nombraré office home.

    Abrazo…

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