Por Lucía Blanco
Siempre he pensado que las palabras son importantes, que el significado que conllevan a veces lo desconocemos y nos hacen utilizarlas, sin saber a ciencia cierta su significado, aunque su uso también atrae la energía que conllevan.
Recuerdo cuando era una niña, a mi papa llenando crucigramas, me asombraba la cantidad de palabras que conocía y debo decir que aún de adulta, nunca hubo una palabra que le preguntara y no conociera su significado; eso siempre lo admiré. Cuando era pequeña y desconocía el significado de alguna palabra y se lo preguntaba, invariablemente me mandaba por el diccionario y me pedía que lo buscara por mí misma; y esa práctica la continúo hasta ahora. Me gusta conocer y aprender palabras, de tal manera que también me gusta hacer distinciones y en algunas ocasiones, disfruto conocer la etimología de las palabras.
Hoy día, gracias al coronavirus, hablamos de contingencia y por alguna razón, nuestras mentes la asocian a una emergencia y eso me llama la atención, ya que de acuerdo a su definición en el DRAE estamos hablando de: “Posibilidad de que algo suceda o no suceda”, así es que me pregunto: “¿si hablamos de un plan de contingencia, estamos hablando en realidad de un plan que puede o no suceder?” Así, es. Y suceda o no, me parece que tener un plan, siempre viene bien para mantenernos en el rumbo.
Por otro lado, la palabra emergente, implica que surge, que emerge, que nace, sale y tiene principio de otra cosa.
Hoy día, debido a la cuarentena, hay empresas que están en estado de contingencia; pensando en sobrevivir o cerrar (lo cual puede ocurrir o no), yo más bien diría: transitar; porque esto de una u otra forma va a pasar. Lo que es cierto y no habría que obviar es que es un momento de tomar decisiones. Por otro lado, como empresaria, entiendo la perspectiva y la situación. La intención de este artículo es ofrecer algunas posibilidades de cambiar el enfoque a uno en la solución, más que en el problema y de identificar en esta situación, una que nos da la oportunidad de ver qué he venido haciendo y cómo el resultado de esas pequeñas acciones y decisiones que aparentemente no importaban; hoy, el haberlas hecho o no, están importando.
Una primera pregunta para ti, empresario es: ¿estás en la situación en la que estás (sea cual sea) como resultado del coronavirus que emergió o en realidad antes del coronavirus, tu empresa ya estaba como ahora y esto sólo lo vino a magnificar? Responder esta pregunta, me parece importante ya que nos da perspectiva y oportunidades; sin embargo más allá de identificar si tu hoy, es resultado de las decisiones que tomaste y las que no, de las acciones que hiciste y las que no; lo que sin duda así es; nuestro resultado no “emergió” como el coronavirus; éste lo fuimos construyendo con pequeñas acciones cotidianas, día tras día. Y saber de dónde partimos, siempre me ha parecido importante.
Muy probablemente, como empresario habías realizado un plan anual, en presupuestos, en actividades y en proyectos para el 2020; y me parece que eso sí, son una contingencia. Aunque también creo que independientemente que se logren, se ajusten o se modifiquen; hoy día, el momento requiere crear un plan emergente y de contingencia; al menos durante los próximos 3 meses; ¿te parece mucho tiempo?, ¿poco? Eso es relativo, y depende con respecto a qué lo contrastes. Lo que es un hecho es que son 90 días; mismos que pronostica la continuidad de este resguardo y de esta pausa que la vida nos regala. Y pregunto, ya que la tenemos, ¿qué quieres hacer con ella para tu negocio y para tu vida a partir de hoy?, ¿Qué hábitos y acciones puedes desarrollar para que te lleve al resultado que quieres?
Permíteme regalarte una posibilidad para construir un plan emergente y de contingencia para tus próximos 90 días, evaluar y tomar decisiones; más conscientemente, ahora que sabemos que lo que decidas ahora (y lo que no) tendrá una repercusión en el futuro que estamos construyendo hoy. ¿Cómo quieres estar y sentirte al final de este periodo de cuarentena?
La idea es transitar lo más sana y tranquilamente en medio de esta incertidumbre; poder tener algún atisbo de certidumbre para tomar decisiones que nos permitan llegar a los próximos tres meses, sabiendo y confiando que se hace lo mejor con los recursos que se tienen.
La perspectiva para el plan es la siguiente:
- Imagina 3 escenarios posibles (para ti y tu negocio), el ejercicio funciona para el negocio y para la vida. (1) uno pesimista, (2) otro neutral (como estás hoy) y (3) otro optimista. Quiero hacer énfasis en que la cuarentena, no es un escenario pesimista; no es ni buena, ni mala; simplemente son las condiciones del entorno que hoy se nos presentan y dado este entorno, habría que plantearnos 3 escenarios.
- Por otro lado en el negocio, considera 5 áreas principales e inherentes a todo negocio: (1) administración, (2) finanzas, (3) operación, (4) recursos humanos y (5) ventas. Y si haces este plan para tu vida considera por ejemplo: (1) relaciones, (2) finanzas, (3) salud, (4) cultivar la mente y (5) cultivar el espíritu, o tu mundo interior.
- Plantea acciones en cada uno de los 3 escenarios para cada una de las 5 áreas; esto te pondrá en perspectiva al menos 15 posibilidades de acción, lo que también te permitirá descartar aquellas alternativas que no quieras tomar. Ya hay algunas que podrás llevar a la acción.
- Jerarquiza, qué es lo más importante para conservar, cuidar o mantener estos 90 días, en términos de áreas de negocio o de vida. ¿Qué es indispensable?, ¿De qué puedes prescindir?, ¿Qué requieres tener sí o sí, al final de estos 90 días?, ¿A qué le vas a poner foco y energía?, en fin; ¡Hazte las preguntas que requieras para establecer tus acciones y prioridades!
Esta idea, quizá pueda sumar a tus próximos 90 días, y quizá te genere un hábito, aún después de este periodo; de cualquier forma, mi deseo para ti es que comiences a visualizar el futuro con algo de certidumbre; en lugar de permanecer en un mismo sitio y transitar 3 meses, sin tomar decisiones, ni cambiar hábitos, y que pasen 3 meses y te encuentres en una situación crítica, que sólo será resultado de no haber accionado, ni decidido en este periodo de tiempo. ¡Éxito!